lunes, 16 de mayo de 2011

MiniCentralismo

Soy un colombiano más, no nací en la capital del país, ni siquiera en la de mi departamento, nací y crecí en la capital de una entidad que solo existe en el imaginario: La Provincia.  Pero viví en las capitales, tanto del país como de departamentos; viví también en municipios más pequeños que el mío y en algunos paupérrimos.  Conozco mi país a fondo pero tranquilos, no quiero ser presidente; solo quiero exponer mi pensamiento.  Espero no ser tan aburrido de manera que le permita a quien inició a leer este texto, terminar de hacerlo con algún grado de satisfacción.
Algunos de los males de Colombia, si no los más graves, provienen de la vieja pelea entre Centralistas y Federalistas, ganada pírricamente por los primeros.  Recordemos que como consecuencia de tal pelea perdimos la oportunidad de ser una nación mucho más grande, territorial y económicamente hablando, y nos convertimos en cuatro naciones con bastante menos capacidad de empuje individual.
Imagino que los venezolanos y ecuatorianos lograron ver lo que se les venía si se quedaban bajo un gobierno centralista como lo concibieron nuestros próceres y, por supuesto que los panameños conocieron el atraso y el desdén de un gobierno central que nunca se preocupó por nada diferente a contar con una buena y eficiente oficina de impuestos en su capital.
El hecho es que quedamos los que quedamos.  Nuestros políticos lograron demostrar a través de la historia que el Centralismo era el mejor sistema, pero para ellos.  Es tan bueno que lo replicaron en un sistema de “Departamentos” que para la época en que se instauró era totalmente ajeno a los colombianos.  Como nadie lo conocía pudieron crearlo a imagen y semejanza del centralismo nacional, generando los mismos beneficios para la politiquería que los que ya habían obtenido a ese nivel.  Dieron muerte a las entonces arraigadas “Provincias” que fueron la última expresión de administración regional eficiente y crearon esos horribles frankenstein departamentales, dando origen a lo que yo llamo MiniCentralismo.
Las regiones que estuvieron conformadas por provincias antes de que crearan ese esperpento de los departamentos, guardan esa memoria histórica que bien estudiada podría algún día llevarnos a retomar la vía real de desarrollo.  Las regiones que saltaron esa etapa histórica por haber surgido políticamente después de la imposición de los departamentos nos muestran con mayor claridad el pésimo resultado del esquema.  Solo hay que mirar a Antioquia. ¿Les gusta ese modelo de desarrollo? Miremos el resultado: Una hermosa capital con un gran desarrollo económico, un área metropolitana muy desarrollada jalonada por el éxito inducido a su capital por el MiniCentralismo. ¿En donde están las ciudades exitosas a cien o más kilómetros de Medellín? La ciudad exitosa más cercana es la capital de otro Departaspento, pero dentro de la misma entidad territorial no hay nada que mostrar.
Espero haber sembrado una inquietud sobre este tema del cual aspiro a seguir exponiendo mi opinión en posteriores escritos.